¿Conoces esa sensación de cuando algo se quiebra por dentro? Es ese momento en el que el tú y el yo escogen caminos diferentes. Al principio marchan muy juntos, cercanos el uno del otro. Pero a medida que avanzan los caminos, estos van bifurcándose, haciendo al final cada uno una curva tan pronunciada que el yo deja de lado al tú, y el tú ya no puede ver al yo. Entonces van en sentidos diferentes. Uno a la izquierda, el otro a la derecha.
¿Conoces esa sensación de cuando algo se quiebra por dentro? Es ese momento en el que esa duna que llevaba tiempo impasible observando el mundo, comienza a deshacerse con el viento, que se lleva millones de minúsculas motas de polvo, rompiendo hasta entonces lo que era un sistema perfecto.
¿Conoces esa sensación de cuando algo se quiebra por dentro? Es ese momento en el que la supernova estalla al consumir todo el hidrógeno que llevaba dentro. Durante un tiempo su fulgor sobrepasa al de todas las estrellas de la galaxia para después desaparecer por siempre.
Cuando algo se quiebra por dentro, una pequeña fibra del corazón se seca, y el mecanismo ya no funciona como lo hacía antes. Los engranajes ya no ajustan, las mañanas son mas frías y la leche es más amarga.
Cuando algo se ha quebrado muchas veces, es dificil mirar hacia delante, pero lo haces porque esperas algún bálsamo que devuelva la vida a tu reseco corazón.